sábado, 22 de octubre de 2011

Tuning...

Tuning: Dícese del coche de color calipo de menta radioactivo, con neones debajo, que parece un escáner. Esta gente cuando pincha rueda no va al Norauto, como todos, va a Iberdrola.
Parece un quitanieves con ese faldón...¡Y es un Renault 12!
El usuario tunero medio se compone de lo siguiente:

  • Peinado estilo cenicero, en su defecto, llevará rapados los lados de la cabeza como si hubiese un hurón recostado en ella. Cubierto con una gorra a medio poner, puede que así pillen la TDT.
  • Cazadora Chevignon, más cara que el propio automóvil, siempre, nieve o haga calor. Aunque si el chavalote tiene un torso esculpido (o se cree que lo tiene) le podemos encontrar sin camiseta hasta en el Círculo Polar Ártico.
  • Pantalones azules con un dragón rojo, o amarillos con un dragón verde, el caso es que tengan colores que el ojo humano no puede percibir correctamente.
  • Zapatillas NIKE de muelles, siempre. Parece que ahora se ponen más las Tiburones o esas que parecen de jugador de baloncesto que no sé cómo se llaman.

En el exterior, aparte de un color que bueno, al menos otorga una visibilidad muy elevada, encontramos kits de carrocería que logran que el coche se parezca a un ser de otro mundo, y así mismo encontramos vinilos, habitualmente de letras chinas, el nombre del propietario en gótico, dragones o mozas en poses sugerentes.
La instalación de alerones gigantes, que se creen que aumenta al doble la velocidad punta del coche, están a la orden del día.
El ponerle un tubarro de escape al coche, según ellos con el mismo efecto, precisamente hace lo contrario. (Un tubo grande quita presión a los gases de salida y el motor pierde potencia)
Las llantas son enormes y sobre todo, cromadas, pareciendo así un coche del bazar todo-a-un-euro, cuyas maquetas siempre tienen las llantas cromadas.




En el interior podemos encontrar un elevado número de altavoces y de car-audio, ideales para poner un CD rayado y tocar los huevos a la comunidad.
Seguimos encontrando cromados por doquier, que dan estilo (flow o algo así lo llaman ellos), un retrovisor muy extraño y el pomo de marchas también modificado. En los peores casos podemos encontrarlo todo tapizado con terciopelo, y en el peor de todos, tapizado con piel de leopardo. Siempre podremos encontrar ejemplares de revistas como la Maxi Tuning.


Podemos encontrarlos por la noche, habitualmente haciendo rugir su motor diésel 1.2 TDI al que no han hecho nada pero dicen que sí.
Si no, podemos encontrarlos fácilmente en aparcamientos, de discotecas generalmente, o en botellones, intentando quemar rueda (por dios, ¿hay cosa más facil que quemar rueda?) con la música a todo trapo porque chacho como mola el carraco to tunin to wapo ahi farlopa pa la tropa!




Los coches más susceptibles de ser convertidos en carracos to tuneaos son el Hyundai Coupé, el VW Golf, el Peugeot 206, y el mitiquísimo Seat Ibiza, aunque el nuevo no parece darles tanto juego. Los más chungos pueden llegar a conducir BMWs, Mercedes e incluso Porsches, por supuesto de procedencia desconocida.


Tienes que ponerte gafas de sol al entrar.
Muchos se hacen llamar fans del automovilismo, cuando precisamente son todo lo contrario si son capaces de hacerle eso a los pobres vehículos. ¿Si las pastillas se las come el dueño porqué el efecto lo sufre el pobre coche?
Esto debería ser un delito tipificado como maltrato al pobre automóvil, que hacerte no te ha hecho nada.


Estoy en contra del tuning 'niñato', por si no se nota. Destrozarlo así me parece una falta de respeto al fabricante y al propio coche...aunque para gustos, colores, como siempre
¿El único tuning que acepto? Seguramente el que hagan preparadores como Brabus, Hamman, Carlsson...
Y no todos me gustan, que conste. Deje usted el coche quietecito, por favor.

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