lunes, 17 de octubre de 2011

A peatones.

Antes que nada, vayamos con la definición legal, copiada tal cual.








"Una serie de líneas de gran anchura, dispuestas sobre el pavimento de la calzada en bandas paralelas al eje de ésta y que forman un conjunto transversal a la calzada, indica un paso para peatones, donde los conductores de vehículos o animales deben dejarles paso. No podrán utilizarse líneas de otros colores que alternen con las blancas. 

En zonas donde existen pasos para peatones, los que se dispongan a atravesar la calzada deberán hacerlo precisamente por ellos, sin que puedan efectuarlo por las proximidades.
Aunque tienen preferencia, sólo deben penetrar en la calzada cuando la distancia y la velocidad de los vehículos que se aproximen permitan hacerlo con seguridad."
Pues a los peatones les suda la pilila la 'serie de líneas de gran anchura'. Cuando eres peatón, no sé qué tipo de magia negra te afecta en el cerebelo para que te pienses que la calzada es un paso de cebra gigante.
Debe ser que la pintura blanca, que según sé, a las motos les resbala que da gloria, cae del cielo porque hay unos 63.735 pasos (aprox, me lo dijo mi cuñao) por cada metro en poblado. 
Oiga, con la de pasos que hay, ¿Por qué coño tienes que cruzar por en medio de la calle? Que por no andar cinco metros te juegas un atropello, hombre de dios...
Visión de peatón activada


O el hijo de la grandísima puta que coje y aparca su <coche enorme> en todo el puñetero paso, impidiéndote ver si viene alguien o no. 




"Va a ser un momentito na más"







También valen los contenedores de basura o las cajas apiladas, cumplen la función de tapar igual o mejor que el cochecito del amable señor antes mentado.




Algo mejores son los pasos con semáforo. Se para media Gran Vía para que tú, y tu polla, paséis.


Los cebrados suelen estar rodeados de halos de misterio y enigmas dignos de Cuarto Milenio, pero hechos en mi blog y conmigo, por supuesto :D
Rogamos poner música de misterio, niebla debajo de la mesa y voz de Iker Jiménez al leer esta sección.


PRIMER MISTERIO: EL FENÓMENO DE LA SEÑORA ETÉREA
Desconcertante, sin duda. Se trata de una señora de mediana edad, rondando al medio siglo, quizá más. Se materializa en la mitad de los pasos de cebra cuando estás en las proximidades. Se comunica con una serie de palabras decrépitas, apoteósicas, espeluznantes, apocalípticas, devastadoras, viscerales y creo que ya, como pudimos grabar en la siguiente psicofonía, que se escucha claramente:
"KJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJ"

(Nunca entendí nada en Cuarto Milenio XD)
Fuera de coñas, lo que te vienen a decir varía según provincia y localidad, pero suele ser algo aproximado a esto: 
¿PERO NO VES QUE ESTOY CRUZANDO, QUE VENÍS TODOS LANZADOS SIN MIRAR NI NADA JODER? ¡UN DIA VA A HABER UN DISGUSTO ENORME! ¡A MÍ LA BENEMÉRITA!


Escalofriante, sin duda, pero no tanto como el siguiente misterio en torno a la serie de líneas de gran anchura:
SEGUNDO MISTERIO: EL FENÓMENO DEL SEÑOR ERRANTE
Se trata de un hombre, de edad avanzada, compuesto principalmente por pantalones de pana, zapatillas de estar por casa y chaqueta a cuadros, un poco como los hipsters.
Su vida consiste en andar de un extremo a otro del paso de cebra a velocidades extremadamente lentas, durante todo el día. Cuando no están en el paso, se les localiza fácilmente sentados en un banco o mirando las obras. 
Antonia, de Madrid, nos manda el siguiente testimonio:
"Hola, N, soy una gran admiradora de tu blog, y de ti, que eres guapísimo, estás muy bueno, eres millonario y tienes la lalala lalala :D. Bueno, a lo que iba:
Resulta que un día normal salí de casa a las 7:00 AM GMT+1, como es habitual, y me topé con un señor en un paso de cebra cercano. Paré, le dejé que pase, y seguí mi camino. Por cosas de trabajo, volví a casa a las doce de la noche, pasé por el mismo paso y...aquel señor seguía cruzando. Hace un mes que ese señor es perpetuo en el paso de cebra, ¿Debo llamar a un exorcista? ."


Respuesta: NO hay que llamar a un exorcista ya que suelen ser también gente de avanzada edad, y la particularidad del vetusto errante del paso, es generar un aura sin duda maléfica que embauca a otros vejetes a unirse al jolgorio.


TERCER Y ÚLTIMO MISTERIO: EL FENÓMENO DEL SEÑOR CABRONCETE
Éste es el peor de todos los seres extraños que pueblan nuestros pasos de cebra. 
Una hipotética carretera recta, totalmente lisa, y sólo tú conduciendo. Si oteamos el horizonte divisamos un paso de cebra, sin semáforo, cuando estamos a un kilómetro de él. Hay un señor en la acerca, en frente del paso, parado.
¿Cuándo va a pretender cruzar ese señor? Exacto. Cuando llegues. Da igual que estés a media hora de llegar al paso, el señor esperará a cruzar en el momento exacto para que te tengas que parar. 
Pienso sinceramente que trabaja para Repsol, que esto es una conspiración para que consumamos más carburante. Pero no voy a hablar mucho que ya he dicho mucho palabrerío y al final, me censuran esto...


En resumen: Si no queréis que me ponga a hacer el Carmageddon, no crucéis por en medio de la calle, gracias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario