domingo, 16 de octubre de 2011

Mi pequeña joyita...

...es un Clio de 2005, el Clio III, concretamente un 1.5 dCi 3p. Es el coche que más conduzco y el que más me gusta conducir.
Puede que hable de él como si fuese un Lamborghini, pero cuando uno de verdad tiene pasión por los automóviles, la tiene por todos, del Smart al Veyron, no sólo por los rápidos, o por los caros.
(Aunque no me gustan nada algunas marcas)
Un chopeo que hice al aburrirme xD
Por fuera, de color negro, un diseño que personalmente, me encanta, y me evoca cierta agresividad, tiene, según me parece, corte de malo, de capullo.


¿El interior? No esperes encontrar Alcántara o madera dentro, obviamente. En cuanto a materiales, es casi todo plástico. El acabado hay que decir que está bien, la disposición de los mandos no es para nada liosa, lo único, el regulador y limitador (dos opciones maravillosas), que quizá son un poco difíciles de dar mientras conduces. Tiene radio-CD, sin MP3 (que personalmente ni necesito)
Yo prefiero las palancas de intermitente y limpialunas largas, y el Clio las tiene muy cortitas y regordetas. Pero nada malo, no molesta para nada.




La calefacción...no digo mucho porque de momento la he puesto sólo una vez. Sí puedo decir que los mandos son intuitivos y fáciles, y que si la pones a tope, del ruido parece que vas a despegar. Se regula la dirección (cara, pecho, piernas, pies) en el tablero, y la intensidad del aire, en el expulsor, mediante una bolita (que mola XD)


El ordenador de a bordo te marca cuentakilómetros total, parcial, consumo actual y medio, cambio de aceite y mensajes (tipo "llévame al taller") y, en caso de llevarlo activado, datos del regulador y del limitador.


El regulador es una función muy cómoda y con la que ahorras gasolina. Con los mandos en el propio volante, seleccionas una velocidad, y el coche la mantiene. Si está activada, un icono verde se ilumina en el cuadro de testigos.
El limitador te pone una velocidad tope, pero por debajo de ella, no te corta, ni la mantiene, tienes tú todo el control. Se activa igual que el regulador, y esta vez el icono es naranja, como toda la iluminación del tablero. Tiene también regulación de la intensidad de todas las luces del tablero, un detallazo.
Creo que esta captura es de la versión gasolina, no de la diesel, pero en general son idénticas.
Estos dos sistemas no actúan sobre los frenos, ni sobre la dirección, no te pienses que tienes piloto automático. Se desactivan, en el caso del regulador, o mediante botón, o pisando cualquier pedal, y en el caso del limitador, mediante botón o pisotón profundo al acelerador.
Si tienes el regulador a por ejemplo 90 kmh, y vas a esos noventa por hora, y encaras una cuesta abajo, el coche seguirá acelerando, pasando de esos 90., no porque le aceleres tú, ya que no te deja, si no por la fuerza de la gravedad en cuesta, algo que el coche no puede controlar si no es frenando.




El volante es regulable en altura, al igual que el asiento del conductor, que por supuesto también es regulable en profundidad, y abatibles.
Los asientos a mí me parecen cómodos, en un punto medio entre duros y blandos, quizá un poquito más duros que blandos, pero nada exagerado. Me gustan.
Retrovisores regulables eléctricamente, abatibles con la manita, eso sí.
La insonorización a bajas revoluciones es estupenda, a altas ya se oye un poquito (tampoco mucho) el motor.
Si bajas la ventanilla oirás el rugido, y tengo que decir que suena muy pero que muy muy bien. Un "rrrrrr" de fondo acaricia tu oído, y cuando le subes de vueltas, a ese sonido intensificado se le suma el silbido del turbo, tiene un sonido espectacular. Decir que con la ventanilla abierta es imposible oír la radio.




La dirección, asistida por supuesto, se porta estupendamente, el volante no va ni duro, ni flojo.
Los frenos son de disco en las cuatro ruedas, de avión, tengo que decir que para mi gusto, poco progresivos hasta que le cojas el tacto. 
(Teniendo en cuenta que venía de un Saxo del 96, que frena casi como una bicicleta. Admito no ser muy objetivo ahí, y no conozco a nadie con Clio que se haya quejado de los frenos)


Tiene una potencia brutal. El acelerador responde muy bien, es un coche perfectamente capaz de pegarte al asiento y dejarte los huevos de corbata. Es rápido, tiene una aceleración cojonuda, y según tablero, una punta de 230km/h (sí, se miente un poco en los tableros) La punta real la desconozco, pero no es poquita.


La suspensión la declaro, a mi gusto, normal. Ni está muy dura, ni bota como una loca. Comparándolo con el Saxo que llevaba, se nota que es un coche más pesado y tosco, cosa lógica, y comparándola con la suspensión...inexistente de un Smart de primera generación (el de la segunda no sé), es un alivio para el culo. Cumple bien su trabajo.


El embrague...demasiada zona muerta, para mi gusto. Además debo tener el muelle de retorno del pedal algo cascado, y cuando lo piso suena como la puerta de una mansión vieja (antes no le pasaba, no viene así de serie XD) 
Hasta que le encuentras el toque te puede resultar algo brusco, pero una vez lo tengas pillado, sin problemas.
Caja de cambios de seis marchas, y si no te lo cuentan o lees cómo, como me pasó la primera vez que lo cogí, meter la R es, como en todo coche moderno, a través de un seguro para que no la pongas accidentalmente.
Yo estaba acostumbrado, del Saxo, a meter la R como se metería la sexta, después de la 5ª.
Para hacerlo tienes que levantar una pestañita en el pomo, y hacer como si metieses primera. 
Recuerdo que el Ibiza de mi autoescuela tenía lo mismo, solo que tenías que empujar la palanca hacia abajo. Cómo avanza la ciencia, oiga.


Consume un poquito, eso si...Con la conducción más eficiente que puedo hacer la centralita me marca 4.7 a los 100 de media, y creo que no baja más porque nunca he visto una cifra menor. Si me dejo de conducción eficiente y le piso un poco más, ronda los 6-7 a los 100, y más si te lo propones. 
Yendo por ciudad, en consumo actual, he llegado a ver cifras de dos dígitos. No chupa poco, como todos esperaríamos de una novia. XD


Si estás pensando un comprar segunda mano, yo te lo recomiendo, desde luego.

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